miércoles, 20 de febrero de 2019

Antropología de la Instituciones- Germen de Temor

Introducción
Este trabajo tiene como objeto analizar  algunos apartados  del  texto <Constructores de identidades en sociedades pluralistas. Proceso de constitución de lo “extraño” y lo propio” en la Argentina>, escrito por un equipo de sociólogos argentinos y alemanes. A su vez relacionar este texto con otros  textos y autores de la bibliografía de Antropología de las Instituciones,  sobre la construcción de la identidad  y como es  la construcción del otro externo  y el papel de las instituciones con respecto a este germen de temor que  afecta  a la  construcción de lo propio.


            El texto “Constructores de identidades en sociedades pluralistas. Proceso de constitución de lo “extraño” y lo propio” en la Argentina”,  es un trabajo conjunto entre dos equipos de sociólogos alemanes y argentinos:
La intensión general del proyecto de investigación consiste en el análisis cualitativo, desde la perspectiva de la sociología del conocimiento de la construcción de identidad(es) y de órdenes simbólicos en sociedades pluralistas modernas. (Silvina K. Figueroa- Dreher, 2011, pág. 11)
Es decir , analizan a la sociedad Argentina como: una  sociedad pluralista, crisol de razas, además, de ver al estado (institución) como regulador y mediador neutral de las relaciones entre los ciudadanos, papel que el Estado argentino para estos autores, logra efectivizar sólo parcialmente, donde la construcción de identidades por el problema de la articulación subjetiva es compleja, ya que confrontan a sus miembros con una oferta de visiones del mundo, patrones de otorgamiento de sentido y "folios" o "modelos" de identidad, que crecen sostenidamente junto con los procesos de globalización.
En la construcción  de identidades existen afinidades electivas donde surgen preguntas como: ¿qué elementos culturales, de los que se encuentran a disposición se atraen  en el proceso de formación de identidades  específicas, de un simbolismo específico y en qué se basa esta atracción? ¿Qué elementos culturales son excluidos de la definición de identidad? En estos procesos la diferencia se vuelve igualdad, y esta igualdad se torna nuevamente en diferencia:
Todas las sociedades necesitan desarrollar "soluciones" específicas para establecer y mantener un orden social, así como para asegurar su integración. · Estas "soluciones" se plasman en formas simbólicas producidas y aceptadas socialmente -como relatos, ·mitos, canciones, etc.- y ofrecen repertorios, de los cuales los individuos se sirven para construir y presentar una identidad relativamente "constante", que a su vez garantiza un orden social. (Silvina K. Figueroa- Dreher, 2011, pág. 12)
En este sentido,  la Argentina ofrece un campo de estudio prototípico para la investigación de la construcción de identidades, por ser una  sociedad inmigratoria producto de una fusión cultural de gran intensidad, que se formó a partir de la mezcla de las culturas nativas y criolla, étnicas religiosas y  con otras diversas, principalmente europeas, que migraron masivamente a partir de fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.  Estas autodefiniciones relativamente constantes en el marco de una relación dialéctica entre individuo y sociedad  tienen un significado que  lleva a la formación de identidades específicas, que se producen gracias a la superación fáctica o imaginada de las fronteras entre lo propio  y lo extraño.
En relación a lo anterior, en la introducción que cuenta el progreso de la antropología en el libro Constructores  de la otredad,  los autores citan  a E leach,  que expresa:
“Yo” me identifico a mí mismo con un colectivo “nosotros” que entonces se contrasta con algún “otro”. Lo que nosotros somos, o lo que el “otro” es, dependerá del contexto (...) En cualquier caso “nosotros” atribuimos cualidades a los “otros”, de acuerdo con su relación para con nosotros mismos. Si el “otro” aparece como algo muy remoto, se le considera benigno y se lo dota con los atributos del “Paraíso”. En el extremo opuesto, el “otro” puede ser algo tan a mano y tan relacionado conmigo mismo, como mi señor, o mi igual, o mi subordinado (...) Pero a mitad de camino entre el “otro” celestialmente remoto y el “otro” próximo y predecible, hay una tercera categoría que despierta un tipo de emoción totalmente distinta. Se trata del “otro” que estando próximo es incierto. Todo aquello que está en mi entorno inmediato y fuera de mi control se convierte inmediatamente en un germen de temor (BOIVIN, 1999, pág. 12)
Es decir, y siguiendo la primera parte de la cita anterior,  en relación a  la  perspectiva de la sociología del conocimiento; el concepto de identidad, las reflexiones "social-constructivistas" sobre la relación dialéctica entre individuo y sociedad, de la sociología del conocimiento los sociólogos afirman:
El sujeto construye su propia "realidad", con recurso, por un lado, al conocimiento socialmente legitimado e internalizado durante la socialización y que forma parte de su mundo de vida. Por otro lado, la construcción subjetiva de la realidad tiene lugar en dependencia con las circunstancias socio- históricas específicas que viven los sujetos. Los mundos de sentido subjetivos de los individuos se basan principalmente en el conocimiento cotidiano el cual constituye la estructura ·de sentido y significado, sobre la base de la cual los individuos perciben lo que es "real". A través de nuestra percepción subjetiva directa e indirecta nos apropiamos de una serie de tipificaciones, que acumulamos como parte de nuestro conocimiento. Estas tipificaciones están aseguradas y legitimadas socialmente y funcionan como elementos integradores de nuestro mundo de vida socio histórico concreto. (Silvina K. Figueroa- Dreher, 2011, pág. 18)
 Esto es, los  sujetos se definen y redefinen a sí mismos a través de los otros, en procesos de espejamiento (verme reflejado en el otro) en medios sociales específicos, lo  extraño tiene  un efecto en el  "yo”, porque, además, la identidad  se construye en lo racional, donde la identidad personal y única recurre en forma participativa al simbolismo colectivo.
En el apartado <Símbolo, simbolismo colectivo y ritual>, los autores afirman: “que las sociedades pluralistas  abiertas,  multiculturales, multiétnicas les transmiten a quienes en ellas viven una sensación de inseguridad e incalculabilidad”. (Silvina K. Figueroa-Dreher 2011, p20). Para asegurar su cohesión toda sociedad debe poder crear normas reconocidas e instituciones y un simbolismo colectivo. Esta  acción simbólica es:
Por sobre todo, trabajo con la contradicción. En especial Freud mostró que la estructura de los símbolo no es sólo ambigua o polisémica, sino también contradictoria o paradojal. Esto rige tanto para el simbolismo individual, como para el simbolismo colectivo. La formulación de paradojas es parte del trabajo simbólico, a través del cual "cubrimos" nuestras construcciones visibles e invisibles del mundo con una red de significados. Y son precisamente los símbolos los que consolidan y aseguran estas construcciones. (Silvina K. Figueroa- Dreher, 2011, pág. 21)
Los símbolos, que trabajan con otros símbolos, mantienen la tensión, la competencia y las contradicciones que resultan de la autonomía de los diferentes ámbitos de sentido, son metáforas, imágenes, etc,  proveen un lenguaje propio  imposible de  expresar discursivamente, son una comunicación presente para situaciones límites o situaciones problemáticas amenazantes  habituales. Ante esto, los símbolos, responden con una formación simbólica y la generación de un orden pre causal de formas simbólicas, un orden con racionalidad propia apoyado en los  rituales.
  Según el lingüista Émile Benveniste citado en (Segalen, 2005), la etimología del «rito» procede aparentemente de ritus, que significa “orden establecido”, también está asociado a ceremonia. Los ritos son formas de acción riesgosa de los símbolos, despliegan un orden corporal-expresivo en situaciones cara a cara, como los gestos y  emociones. Porque rituales y símbolos son el resultado de la confrontación obligada con límites insuperables pero a al mismo tiempo  constitutivos de la existencia humana.
Para Durkheim citado en (Segale, 2005), en este sentido, para el rito:
Lo esencial es que los individuos estén reunidos, que se experimenten en común los sentimientos y que estos sentimientos encuentren expresión en actos comunes [... ] Así que todo nos lleva a la misma idea: que los ritos son fundamentalmente medios a través de los cuales se reafirma periódicamente el grupo social (…) Donde el incumplimiento es una amenaza para la sociedad. (Segalen, 2005, pág. 21)
Ahora bien, para entender este análisis de lo extraño y lo propio,  es necesario  contextualizar, en el apartado < Contexto histórico: la Argentina: una sociedad de "sedimentación”>, los Sociólogos expresan:
La interculturalidad fue y es un elemento constitutivo de la sociedad argentina; la historia de este país está marcada por  diferentes olas inmigratorias, que caracterizaron su desarrollo en diferentes fases de "sedimentación". El Estado argentino fue fundado en 1810 por criollos descendientes de españoles; a partir de mediados del siglo XIX y sobre todo a partir de 1880 -luego del exterminio o expulsión de gran parte de la  población originaria, y de la unificación política del país. (…) El significado de la inmigración en la Argentina se vuelve evidente, cuando se toma en cuenta que ésta fue el producto de una política consciente de la elite dirigente de entonces. Ésta tenía como objetivo suplantar la estructura social tradicional herencia de la sociedad colonial por una estructura social nueva, inspirada en las naciones occidentales modernas. Se pensaba así impulsar el progreso social, político y económico del país. Para ello, se formuló un plan político, cuyos fundamentos eran: 1) atraer la inmigración europea masiva, 2) garantizar la educación universal, 3) importar capital e impulsar el desarrollo de formas de producción modernas en la industria y el campo. (Silvina K. Figueroa- Dreher, 2011, pág. 24)
            Si bien, la idea de la elite gobernante era modificar el "carácter nacional" para hacer posible la realización de sus ideales políticos,  europeizar. La Ley de Inmigración y Colonización de 1876 dio el marco jurídico y organizativo para el reclutamiento de estos inmigrantes, al tiempo que la Ley de Ciudadanía y Naturalización (1869), buscó garantizar la afiliación de los recién llegados y sus hijos al Estado Argentino (Mera, 2007), esto después se soluciona de manera biológica, los hijos nacido en Argentina automáticamente tenían la ciudadanía  Argentina, ósea eran Argentinos. La construcción de la nación Argentina debía realizarse sobre la base de la "mezcla de razas", lo cual se designó con el término "CRISOL DE RAZAS", que forjaría un tipo de humano único y más perfecto: el hombre de futuro. Pero el problema fue que, este hombre del futuro sería hegemonizado por las nuevas corrientes inmigratorias, que no eran las deseadas por la elite.  Este   otro inmigrante que nos devuelve la imagen imperfecta y retrasada de nosotros mismos. (BOIVIN, 1999, pág. 59)
            Siguiendo la última oración de E leach, citado más arriba, en tanto, Todo aquello que está en mi entorno inmediato y fuera de mi control se convierte inmediatamente en un germen de temor” o  para la élite gobernante del estado argentino  de finales de siglo 19,  así lo consideró,  siendo, además, para ellos el estado la institución  creadora de significados. En términos de Malinowski citado en Bolvin (2004), la institución es la unidad mínima concreta y aislable de la realidad cultural, y expresa la asociación indisoluble de los tres aparatos que componen toda Cultura: el humano, el material y el espiritual. (pag. 57). La institución estado al ver  que este inmigrante, llegado al país,  no cumplía con los requisitos, lo  convirtió    en inmigrante no deseado  o germen de temor, por lo cual,   tuvo que considerar  este nuevo  problema tempranamente en las ideas y proyectos nacionales, respondiendo con “la integración”.  
Para la integración de esta otredad, de este germen de temor, en tanto  en palabras de Bolvin:
La otredad, frente al nosotros, es anterioridad, ausencia o incompletud; confusión total o parcial. En la situación de otredad más ajena al nosotros, ésta deviene la antítesis de aquel: desprovisión y desorden. (BOIVIN, 1999, pág. 33)
La elite a través de sus instituciones puso  en marcha todo un dispositivo, para poder sostener el carácter nacional ante esta confusión, ante este ajeno al nosotros y que generaba un desorden en lo social y cultural.   En palabras de Agamben:
Desde que apareció el homo sapiens hubo dispositivos, pero se diría que hoy no hay un solo instante en la vida de los individuos que no esté modelado, contaminado o controlado por algún dispositivo.(…) Donde un dispositivo es un conjunto resueltamente heterogéneo que incluye discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas, brevemente, lo dicho y también lo no-dicho, éstos son los elementos del dispositivo. El dispositivo mismo es la red que se establece entre estos elementos. (…) formación que tuvo por función mayor responder a una emergencia en un determinado momento. El dispositivo tiene pues una función estratégica dominante (...) El dispositivo está siempre inscripto en un juego de poder. (AGAMBEN, 2011)
            Así fue que la elite tuvo que comenzar con varias medidas y sobre todo basar su política en la  integración social  si quería sostener este carácter nacional a través de sus  instituciones.  Hay muchos ejemplos, uno de ellos fue   la escuela, con una ley de educación básica de finales de siglo 19 para todo el territorio Argentino, donde se buscaba homogeneizar la población a través de la educación obligatoria, laica y gratuita. En la institución escuela se hablaba solo el idioma español, censurando el idioma del inmigrante. En el marco de  lo simbólico  se  resaltaba al  gaucho y el tango, como figuras que representaban lo  nacional, entre otras. En palabras de Bolvin siguiendo a Malinowski (2004)
 La vida de la Cultura como una totalidad orgánica, depende del funcionamiento concreto de las instituciones y de sus relaciones recíprocas a fin de alcanzar el sostenimiento del organismo social. La supervivencia de la Cultura depende de que cada institución desempeñe su papel (puede ser uno solo o varios). Estamos frente a un concepto de función que refiere precisamente al cumplimiento del papel (efecto social) que cada institución juega al interior de la Cultura, contribuyendo de este modo a la reproducción del Todo. (Pag. 57)
            A modo de conclusión podemos decir que  la  sociedad argentina buscaba el  crisol de razas, con un tipo de hombre particular, que hiciera a la construcción de un “nosotros colectivo”  único también a través de  la instituciones como el Estado para establecer una Ley. Si bien esta política no  resultó como se esperaba,  por lo cual, también  las instituciones jugaron un  un papel importante a la hora de defender como agente inmunológico aquel germen extraño que era el otro extraño, fuera del nosotros.  Ese otro es simplemente la ontología de la diferencia, uno otro diferente donde  un nosotros  puede diferenciarse  y que contribuye  a ser quienes somos  o podemos ser,   ese otro diferente era el inmigrante que venía a romper con las estructuras de una nación argentina en crecimiento. Nación Argentina que  a través de la política de  integración social, utilizando las instituciones  pudo sostener el ser nacional y la cultura Argentina pero con nuevas mezclas genéticas, nuevos modos, nuevos hábitos,  que fueron  conformando la identidad Argentina actual.






Bibliografía

AGAMBEN, G. (2011). ¿Qué es un dispositivo? Obtenido de www.trelew.gov.ar: "http://www.trelew.gov.ar/web/.../SEM03-Agamben-QueesunDispositivo.pd
BOIVIN, M. R. (1999). Constructores de Otredad, una introducción a la Antropología Social y cultural. Buenos Aires: Eudeba.
Mera, G. (2007). Migraciones en un proceso de migración de integración regional: los inmigrantes del Mercosur en la ciduad de Buenos Aires (1991-2000). Córdoba. Obtenido de https://www.aacademica.org: https://www.aacademica.org/000-028/141
Segalen, M. (2005). Ritos y rituales contemporáneos. Madrid: Alianza.

Silvina K. Figueroa- Dreher, J. D.-G. (2011). Construcciónde identidad y simbolismo en Argentina. Buenos Aires: Prometeo Libros.

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